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La diversidad de Limoncocha es el escenario para la investigación, la ciencia y el desarrollo económico

Dos lagunas naturales y dos variedades de bosque conforman las más de 4000 hectáreas de extensión de la Reserva Biológica Limoncocha. Su ubicación al norte de la Amazonía ecuatoriana la convierte en una de las zonas de mayor concentración de anfibios del mundo, según la revista Scientific American, con más de 292 especies. Su gran área protege también a más de 300 especies de aves que incluyen al menos dos en peligro de extinción y una endémica, una diversidad increíble que le otorgó la declaración de sitio Ramsar, un humedal de importancia internacional, por la UNESCO, en 1998.

Este increíble espacio natural ha sido un sitio frecuente de visita de turistas y científicos. Aquí funciona la Estación Científica Limoncocha, bajo la dirección de la Universidad Internacional SEK, que ha actuado como base de operaciones para una serie de proyectos de investigación y vinculación con la sociedad en diversos campos que ha desarrollado la universidad con sus estudiantes y docentes-investigadores.

A pesar que la UISEK abrió hace poco sus carreras en ciencias de la salud, desde hace varios años viene trabajando en la investigación en este campo junto al Grupo de Investigación de Enfermedades Emergentes de la UISEK para analizar la interacción ecológica-epidemiológica entre ambiente, animales y humanos, siguiendo sus principios estructurales de salud global. Ejemplo de esto es la investigación desarrollada por el Dr. José Salazar, docente UISEK con ayuda del programa de posgrado de la Universidad de Cantabria (España), para determinar el papel que tiene el cambio del uso de la tierra y la vegetación en la aparición de enfermedades emergentes transmitidas por insectos, y por parte del Dr. Juan Carlos Navarro, para la identificación de las zonas de bosques, áreas de cultivo y  comunidades con riesgo a la transmisión de arbovirus y otros patógenos. Sin embargo, el interés de la universidad en la salud va más allá, incursionando también en la investigación veterinaria analizando patógenos de riesgo en el ganado de las comunidades aledañas a la reserva, investigación que realiza el Dr. José Rubén Ramírez.

La diversidad que esconde esta región se traduce en una gran cantidad de recursos disponibles para desarrollar investigaciones de vanguardia en áreas como la gestión ambiental y energética. Es así que docentes investigadoras como Susana Chamorro desarrollan su investigación sobre el índice de calidad del agua en el país, utilizando microalgas, con el objetivo de generar un nuevo método de control de calidad. También la docente investigadora, Johanna Medrano, lidera la investigación y cultivo de cianobacterias para la producción de biocombustible como alternativa ecológica en la movilidad. El primer proyecto se encuentra cerca de su etapa de sustentación como parte del programa de doctorado de la Universidad de León, el segundo con la Universidad Rey Juan Carlos y ambos se han destacado tanto a nivel nacional como internacional, siendo premiados en congresos de biotecnología en México y Argentina.

Además del desarrollo científico, la UISEK, ONU Mujeres y PNUD han aprovechado la diversidad cultural de la reserva y busca aportar al desarrollo social y económico de la zona, junto a mujeres de las comunidades Kichwa, han iniciado varios proyectos con la wayusa como motor que impulsa iniciativas de bioemprendimiento con equidad de género en la producción de derivados de esta planta tradicional, y fomentar la autonomía económica de las mujeres en la zonas rurales del Ecuador.

Limoncocha, su comunidad y su Reserva Biológica, son un paraíso megadiverso natural y cultural que ha abierto sus puertas a toda la comunidad científica nacional e internacional dispuesta a profundizar con sus estudios bajo la idea de una vida armónica con la tierra y los seres vivos, promoviendo su conservación, la sostenibilidad y la salud ambiental en el sentido más amplio.