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EMERGENCIA POR VOLCÁN COTOPAXI, ¿CÓMO PREPARARSE DENTRO DE LAS EMPRESAS?

Desde septiembre de 2022 se han registrado emisiones continuas de vapor, gas y ceniza desde el volcán Cotopaxi. Esto reactivó la alerta iniciada en 2015 cuando el corcho que limpiaba el conducto volcánico se abrió. Varios expertos han indicado que los episodios del 2022 son una fase de actividad no explosiva con emisión moderada de gases y vapor de agua con poca carga de ceniza juvenil. “El escenario probable en el corto plazo es que se mantendrá la actividad por semanas o meses hasta agotar la energía que está produciendo esta anomalía”, señalan.

Por ahora, no tenemos señales de que la actividad esté aumentando. Sin embargo, la peligrosidad del volcán Cotopaxi radica en que sus erupciones pueden dar lugar a la formación de enormes lahares (flujos de lodo y escombros) que transitarían por drenajes vecinos a zonas densamente pobladas como el valle entre Mulaló y Latacunga, y una parte del Valle de los Chillos. Frente a estos posibles escenarios, los municipios han iniciado ya la actualización de planes de emergencia y su socialización en las zonas.

Este tema es importante analizarlo también dentro de los ámbitos profesionales de la población, pues una emergencia puede ocurrir sin previo aviso. Según el Ing. Denys Maigua, docente de la Maestría en Gestión de Riesgos de la Universidad Internacional SEK (UISEK), ¨es importante contar con personal capacitado en la gestión de riesgos, lo que ahora es posible gracias a la posibilidad que ofrecen las universidades de especializarse en ese campo. Esto permitirá que la empresa conozca todos los detalles de la amenaza y diseñe estrategias que permitan mitigar o prevenir los posibles efectos del desastre natural¨.

Definir un escenario de impacto, conocer los recursos institucionales que tenemos para hacer frente a ese riesgo, definir acciones para el personal y una cadena de mando es clave.”, destaca. La emergencia por el volcán puede además causar una caída de producción ganadera, afectación en la cadena productiva, interrupciones viales, aéreas, etc., por lo que un plan de emergencia debe además incluir cómo se va a mantener la continuidad del negocio.

El trabajo de enfrentar la emergencia debe incluir la mejor estrategia para determinar la manera de proteger los bienes materiales, por ejemplo, cubiertas especiales, apuntalamientos o reforzamientos estructurales, sistemas de drenaje y limpieza, entre otros, que permitan cuidar instalaciones y equipamiento durante el desastre.

Ser testigo de un desastre natural es un evento difícil que pone en crisis la forma en que nuestro cuerpo responde ante el peligro, por eso es importante estar preparados y conocer la manera óptima de hacerlo. El plan de emergencia nos brinda las herramientas necesarias a través de la información de las brigadas de emergencia, cronogramas de entrenamientos y equipamientos, áreas de alta seguridad, procedimientos operacionales, árbol de llamadas, etc. Además, preparar una mochila de emergencia que responda a las necesidades de la empresa permitirá una mejor respuesta en caso de enfrentar la crisis en lugares lejanos a los hogares o de difícil acceso.