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¿Los edulcorantes son perjudiciales para la salud?

Hablar sobre los edulcorantes en la actualidad se ha convertido en un tema que nos deja algunas dudas y sobre la base de estas, muchas veces dejamos de incluirlos en nuestra alimentación.

Su incursión en varios alimentos y bebidas de consumo regular ha desencadenado una serie de inquietudes sobre qué tan seguro son estos productos para nuestro organismo.

Índice de Contenidos

    ¿Qué es un edulcorante?

    Para entender bien este tema hay que partir de la primicia básica de ¿qué es un edulcorante? Es común escuchar que este es el endulzante que utilizan las personas con diabetes como reemplazo al azúcar; pero en realidad  son ingredientes de origen natural o artificial que pueden o no tener un valor calórico.

    Si bien su uso comenzó a popularizarse como sustituto del azúcar en personas que padecían de esta enfermedad, hoy en día son de alto consumo en quienes desean administrar su ingesta calórica.

    El término edulcorante no solo corresponde a sustancias sintéticas o artificiales, como el aspartame o el Ace-k, sino que existen edulcorantes de origen natural como la glucosa, fructosa, sacarosa, lactosa, miel de abeja, jarabes de maíz y estevia. Las industrias de bebidas y alimentos utilizan edulcorantes artificiales y naturales, en varios productos como chicles, snacks, bebidas, lácteos, entre otros, aprovechando su bajo aporte calórico y su alto poder endulzante que hace que se requiera muy poca cantidad del producto para tener la misma sensación de dulzor que el azúcar. Incluso, la industria farmacéutica ha incluido el uso de estos en ciertos medicamentos

    Y aquí surge la duda sobre

    ¿Cómo se metabolizan los edulcorantes en nuestro organismo, si a la final el efecto endulzante es el mismo?

    Cuando ingerimos azúcar de mesa, es decir sacarosa, se metaboliza y se convierte en glucosa, que va directo a la sangre. Mientras que el aspartame, por ejemplo, al estar compuesto por dos aminoácidos, se metaboliza en el intestino y sus productos de desecho se eliminan, como pasa durante el metabolismo de las proteínas.

    Otro ejemplo es la stevia, que no se transforma en glucosa, así que cuando consumimos este edulcorante no calórico, la concentración de glucosa en la sangre no aumenta.

    Sobre los cuestionamientos que se han generado referente a que el consumo de edulcorantes puede causar cáncer, demencia e infartos cardiovasculares, Antonio Camacho, quien cuenta con un Doctorado en Bioquímica de alimentos, comenta que el consumo de edulcorantes es seguro y que las compañías de bebidas y alimentos que los incluyen en sus formulaciones, han manifestado que los componentes utilizados en sus productos son probados exhaustivamente en estudios científicos, y cuya seguridad es aceptada por autoridades reconocidas mundialmente, incluyendo la Organización para la Agricultura y la Alimentación de la Organización Mundial de la Salud (OMS/FAO), Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos, y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA por su sigla en inglés), por mencionar algunas.

    Por otro lado, asegura que para que “estas sustancias ocasionen reacciones adversas en el organismo de una persona, la ingesta de estos componentes deben darse en cantidades extremas; por ejemplo, para que un producto que contiene edulcorantes ocasione efectos negativos, debe ser consumido por un individuo en cantidades superiores a 1000 litros diarios y sin que éste sea digerido y expulsado del organismo de por medio.

    Es importante tener en cuenta que cuando se aprueba un edulcorante para su uso en alimentos y bebidas, el regulador toma en cuenta la ingesta global estimada y la Ingesta Diaria Admisible (IDA) que incluye un factor de seguridad típico de 100”.

    Así mismo, recalca que el proceso óptimo para el organismo, es gastar toda la energía (calorías) que se ingiere en los alimentos que consumimos, por ello la importancia de realizar actividad física o ajustar el consumo de los alimentos al estilo de vida de cada individuo. En definitiva, como muchos expertos y autoridades acreditadas han manifestado, los edulcorantes son absolutamente seguros y no representan un riesgo para la salud. Todo depende de la moderación y el equilibrio en la alimentación diaria.