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La participación política juvenil, el nuevo reto para las elecciones 2023

Del total de votantes registrados por el Consejo Nacional Electoral, el 30,4% son jóvenes entre 16 y 29 años. Este escenario ha hecho que, en Ecuador, se tenga que cambiar la forma de hacer política para atraer a estas generaciones.

En los últimos años, se evidenció un constante crecimiento de participación política de jóvenes, especialmente al ser tomados en cuenta en las políticas públicas de inclusión. Según Esteban Ron, decano de Ciencias Sociales y Jurídicas de la Universidad Internacional SEK, esto ha permitido que tomen fuerza desde la crítica constructiva de proyectos o planes de trabajo y la preparación técnica del ejercicio de un cargo público.

Sin embargo, también considera que las oportunidades para el desarrollo político y de la vida política de los jóvenes también sufren un desentendimiento social. “El ejercicio del pleno derecho a la participación en la esfera política del país no termina en el hecho de votar, sino que acarrea una cadena decisional a lo largo del Estado, es decir: decisión, votación, escrutinio público de los gobernantes, preparación de sugerencias y mejoras. Esta obligación legal si bien abre las puertas, debe ser sesuda, responsable y además coherente con el entendimiento de la cosa pública y las capacidades del candidato”, señala.

Para este fin, la Constitución prevé algunas formas y mecanismos directos como la revocatoria del mandato, la silla vacía y la consulta popular. Pero existen otras alternativas para iniciar como la adhesión y militancia responsable en las organización políticas nacionales o locales, incluso, a través de proyectos activos privados que abarquen a beneficiarios indirectos de manera más amplia.

La academia debe ser un espacio esencial para promover y fortalecer la participación política de los jóvenes. “Debe generar espacios de debate en los que se consideren las propuestas de campaña o los proyectos de gobierno desde el contraste de posibilidades reales para aplicarlos a través de análisis transversales de carácter científico, estos es desde las competencias de autoridades, posibilidad económicas de ejecución y factibilidad técnica de producción”, señala Ron.

Desde su punto de vista, la reforma política generacional es necesaria, pues el entendimiento de las problemáticas sociales pasan por varias generaciones y las voces jóvenes brindan la prospectiva futura indispensable. Por eso, queda en manos de jóvenes profesionales asimilar las necesidades sociales y cambiar la política desde sus propias trincheras.