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¿Es posible ser «auténtico» en redes sociales?

El papel de las redes sociales ha tenido y está obteniendo un rol cambiante en cuanto a la forma de comunicarnos con la gente alrededor del mundo. La interacción con nuestros conocidos y con la gente que no conocemos está operando inclusive en nuestra personalidad al momento de trasladar una parte de nuestra vida que se refleja en las redes. Por lo que se puede decir que están afectando nuestra forma de vivir: cómo manejamos nuestro ocio, cómo nos manejamos con las personas y cómo nos mostramos ante los demás.

Se pueden considerar las redes sociales como un nuevo servicio digital que ha sido aceptado y utilizado por una amplia mayoría de ciudadanos en todo el mundo. Por lo tanto, se han generado ciertos problemas que tienen relación con la privacidad. Así lo afirma Fernando Checa García, profesor del Máster en Marketing Digital de la Universidad Internacional de La Rioja. En el momento en el que empezamos a asumir que una forma de utilización de las redes sociales es plantear, contar y compartir nuestro día a día, estamos renunciando a cierta privacidad. Los problemas que pueden ocasionar la exposición a las redes sociales pueden tener diferentes niveles de riesgo.

De hecho, existe una corriente de trabajo que analiza el llamado FOMO (fear of missing out) el cual trata sobre la dependencia hacia las redes sociales. Si podemos notar, hay muchas personas que dejar el celular les causa ansiedad y necesitan estar conectados a lo que está ocurriendo con el mundo. En este sentido, el apego a las redes sociales conlleva a problemas severos que necesitan un tratamiento psicológico.

Por otro lado, la construcción de la identidad trata de mostrarnos realmente como somos hacia los demás. Con respecto a las redes sociales, lo que muchos buscamos, a través de estas plataformas, es visualizar publicaciones de personas auténticas y su diario vivir, esto es lo que llama la atención de los usuarios y lo que genera ese seguimiento a influencers, personas que no conocíamos y que poco a poco se convierte en alguien cercano, alguien auténtico en quien podemos sentirnos identificados.

El reto de mostrarse auténtico en una plataforma en donde es sencillo mentir hace que se genere una autenticidad forzada, lo cual es habitual encontrar en las redes sociales. La autenticidad forzada es utilizar las redes para generar un espacio permanente y demostrar, todo el tiempo, lo auténticos que somos con contenidos llenos de puramente diversión, felicidad, belleza y perfección. Fernando Checa García comparte que esta “verdad” que estamos visualizando a través de un prisma tiene un toque de irrealidad.

Aunque se escuche difícil poder demostrar autenticidad en las plataformas digitales, hoy por hoy, existe una red social que permite a las personas ser auténticas, llamada «Be Real» que intenta trasladar y romper con la excesiva utilización de filtros. Esta red social permite que el usuario comparta únicamente el momento exacto que está viviendo, así sea una foto en pijama o de las compras, es decir, momentos cotidianos «aburridos». A pesar de que está «Be Real» no ha sido tan acogida cómo las demás plataformas es relevante para analizar cómo van avanzando los comportamientos de uso de redes, comparte el profesor del Máster en Marketing Digital de la UNIR.

A pesar de que sea difícil alcanzar una autenticidad en redes, no es imposible. Fernando Checa García ofrece dos vías para lograrlo; ser conscientes que todos los acontecimientos que compartimos en redes sociales son igual de válidos, tanto los momentos buenos, gratos o agradables, como también los difíciles. La segunda forma es tratar de huir de los retoques, agregar filtros a las fotografías disminuyen la autenticidad, ya que estos no son reales y, por lo tanto, no es una foto real.

Al tratar de ser auténticos, pueden surgir problemas relacionados con la privacidad al compartir, por ejemplo, imágenes en el lugar de trabajo, es por esto que todos los usuarios deberíamos ser muy conscientes de que hay un plano privado que podríamos respetar. Por otro lado, la mal entendida autenticidad puede conllevar, en ocasiones, a una mala educación. Pues, el exceso de una supuesta autenticidad puede generar problemas cuando sobrepasamos los límites del respeto. Como podemos notar, ser auténticos en redes sociales, hoy en día no es una tarea fácil pero podemos darnos modos para mostrar quien realmente somos.