La gestión de la cartera de crédito, que involucra el manejo del incremento de la morosidad y la constitución de provisiones; así como, el incremento de los costos de fondeo y las medidas impositivas, son los principales desafíos que deben sortear las entidades financieras en el crítico contexto económico y social actual, que ha repercutido de manera importante en su capacidad de crecimiento y en la realización de sus actividades de intermediación financiera, factor clave de una economía.
Así lo revela el estudio ¨Los desafíos del sistema financiero ecuatoriano en el entorno actual¨, de la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo (RFD), que detalla que a pesar de que las instituciones financieras están realizando un importante esfuerzo para mantenerse fuertes y sólidas y contribuir con el desarrollo del país, esto no es tarea fácil ante las circunstancias y perspectivas económicas, que involucran la crisis energética y la reducción de la producción, menos aun cuando el sistema financiero ha tenido y tiene que cumplir con medidas que no apoyan su funcionamiento ni se ajustan a las condiciones actuales, como son el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD), la contribución temporal sobre utilidades, la autorretención del Impuesto a la Renta y los techos a las tasas de interés activas.
Impacto de medidas impositivas y acceso al crédito:
El estudio muestra que las medidas impositivas afectan al sector financiero, pues, por ejemplo, el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) en conjunto con el comportamiento de los precios internacionales han incrementado el costo del financiamiento externo a más del 10%, lo que ha obligado a las entidades a depender del financiamiento interno.
Esto ha provocado que las tasas pasivas de los depósitos a plazo en el país, principal fuente de fondeo, incrementen de manera relevante, hasta cuatro puntos porcentuales en los últimos ocho años, lo que implica un encarecimiento del costo de fondeo nacional.
¨De esta manera, el efecto de la medida es el encarecimiento de las fuentes de fondeo nacionales e internacionales por lo que el desafío para las entidades financieras en este ambiente es buscar alternativas de financiamiento a menor costo para que puedan construir capital, acelerar la colocación del crédito y así asegurar su sostenibilidad¨, afirma Valeria Llerena, directora ejecutiva de la RFD.
Estado de la cartera:
La cartera de crédito del sistema financiero ha desacelerado su crecimiento de manera importante, en aproximadamente 5,5 puntos cada año, desde 2022. Esta reducción obedece a varios factores. Por un lado, los negocios y personas no demandan la misma cantidad de créditos, pues las actividades productivas y el empleo se han visto afectados por el estancamiento económico, los niveles de inseguridad y la crisis energética que se mantendrá hasta el siguiente año. Por otro lado, las entidades financieras han ajustado sus políticas de concesión, por lo que los requisitos para la aprobación del crédito se han endurecido, debido principalmente al ambiente de riesgo en la cartera de clientes, pues la cartera en riesgo del sistema financiero es de 5.68% a junio 2024; 0.55 puntos superior a junio 2023 y es el punto más alto observado desde 2017.
En tal virtud, la recuperación y gestión de la cartera de crédito es un desafío fundamental, e implica la búsqueda de mecanismos y procesos para dar un respiro a los negocios y hogares que enfrentan dificultades en el pago de sus obligaciones y también establecer productos, servicios y procesos para la colocación de nuevos créditos en las condiciones económicas actuales.
¨Ante esta situación, los entes de regulación se encuentran emitiendo normativas que permiten tener alivios financieros para las personas y negocios, como las refinanciaciones o reestructuraciones de créditos vencidos, pero es necesario identificar este tema como un problema sistémico, que considera diferentes aristas: financieras, económicas y sociales. Por lo tanto, el sector financiero y todos los actores de la economía deben trabajar en conjunto para buscar las soluciones que eviten poner en peligro la estabilidad del sistema financiero y al mismo tiempo lo fortalezcan para que pueda contribuir con la reactivación económica¨, asevera la Directora Ejecutiva de la RFD.
Aumento de las tasas pasivas:
Aunque históricamente el promedio de la tasa pasiva para depósitos a plazo fijo de las cooperativas ha sido superior a la de los bancos, en junio de 2024 sucedió algo inédito en nuestro país, esta tasa en los bancos excedió en 0.14 puntos porcentuales al promedio de las cooperativas.
Herramienta RADAR: Innovación en inteligencia financiera:
En la presentación del estudio, la RFD dará a conocer la herramienta RADAR, un sistema de Business Intelligence (BI) que facilita a las entidades financieras y medios de comunicación el acceso a información consolidada para analizar el sector financiero. Esta herramienta integra datos de bancos, cooperativas y ONG con cartera de crédito, proporcionando una visión completa y detallada del sector.