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¿Cómo mantener la seguridad y privacidad con tecnología cada vez más inteligente?

Cada día, la tecnología avanza con nuevas características para mejorar la vida de las personas. Ahora están disponibles nuevos robots domésticos, dispositivos automatizados diseñados para realizar tareas domésticas específicas, como limpiar, cocinar, lavar, planchar, cortar el césped, entre otras, lo que puede ayudar a ahorrar tiempo y esfuerzo en las labores del hogar.

Estos robots pueden ser controlados de diferentes maneras, por ejemplo, a través de aplicaciones móviles o mediante un control remoto. También pueden conectarse a Internet para recibir actualizaciones de software y permitir que el usuario los controle desde cualquier lugar. Estos dispositivos están cada vez más presentes en los hogares de todo el mundo y se espera que su uso se extienda aún más en el futuro.

Para mejorar la forma en la que actúan los robots estos suelen recopilar una gran variedad de información. Según Dr. Jesús Gil Ruiz, director ejecutivo del Máster Universitario de IoT e Industria 4.0 y profesor el Master Universitario en Protección de Datos de UNIR, “la principal información que recogen es el uso de los dispositivos, los patrones de movimiento en el hogar y las preferencias personales del usuario, lo que incluye detalles como horarios de trabajo, hábitos alimentarios, presencia de mascotas, entre otras”. Además, al estar equipados con cámaras y micrófonos pueden recopilar información audiovisual del hogar.

Aunque esto está pensado para mejorar los servicios y experiencias, también puede representar un riesgo para la privacidad del usuario si se utiliza de manera inapropiada o se comparte con terceros sin consentimiento.

Recientemente se volvió viral, la filtración a redes sociales de imágenes sensibles grabadas por un modelo de aspiradora de iRobot, adquirida por Amazon, y revivió la reflexión sobre la vulneración de nuestra privacidad que pueden realizar estas empresas tecnológicas, a través de los robots domésticos.

En teoría, otros de los usos más comunes de nuestra información recopilada por robots es la presentación de publicidad personalizada basada en hábitos y preferencias y la investigación de mercado, a través de su venta a terceros para conocer el comportamiento del consumidor. Sin embargo, esto no deja de lado usos riesgosos como vigilancia masiva, para controlar su comportamiento y toma decisiones, fuga de datos, por su vulnerabilidad a ataques cibernéticos, discriminación algorítmica y la difusión de información falsa, explica el académico de UNIR.

Además, recalca que la tecnología en sí misma no es maliciosa o dañina, sino que esto depende de las intenciones o acciones de las personas que la utilizan. Por esa razón, es importante que sea utilizada de manera responsable y ética para proteger la privacidad y seguridad de los usuarios.

Para el Dr. Jesús Gil, la mejor forma de evitar los riesgos de la recopilación de datos es mantener un consentimiento informado, brindado por los mismos usuarios, y que especifique los datos que son recogidos y cómo se utilizarán. Esto suele estar incluido dentro de las políticas de privacidad presentes en todo dispositivo, aplicación y página web. Algunas recomendaciones también son mantener los dispositivos actualizados, cambiar las contraseñas predeterminadas, limitar la información compartida, desactivar los dispositivos cuando no se utilicen y utilizar soluciones de privacidad.

Como usuarios, también podemos exigir que las empresas tomen acciones para garantizar nuestra privacidad, por ejemplo, limitando el propósito, para que los datos sean recopilados con fines específicos y legítimos, y ningún otro fin no especificado. También se puede minimizar la cantidad de datos recogidos, que sean anonimizados o pseudonimizados para proteger la identidad, y exigir el derecho al olvido, es decir, que sea posible solicitar la eliminación de los datos, y garantizar que se realice de forma segura.