Los termos calientan el agua con ayuda de una resistencia eléctrica instalada en el interior del depósito.
Con ayuda del termostato se mide la temperatura del agua y cuando llega a la temperatura deseada, la resistencia se apaga y el agua permanece caliente dentro del depósito hasta que se la vaya utilizando.
El funcionamiento del termo eléctrico está basado en la acumulación del agua, según la capacidad del dispositivo.
Cuando ésta se enfría, la resistencia vuelve a encenderse, repitiendo este proceso tantas veces como sea necesario.
Y de esta manera, se dispondrá de agua caliente según se vaya reduciendo y a medida que entra agua fría el termo se enciende para calentarla y mantener el agua a la temperatura configurada o deseada.
Las grandes ventajas de un termo eléctrico es que no se necesita de la instalación de tuberías de gas para su funcionamiento.
Lo único malo o la desventaja de un termo eléctrico es que siempre se debe encender antes de utilizarlo y dependiendo de la capacidad del mismo se puede tardar entre 2 a 4 horas en calentar el agua.
La conexión directa a la tubería de agua , garantiza el flujo de agua caliente constante y de esta manera tenerlo disponible todo el tiempo.