Al ser animales que no han logrado, evolutivamente, independizarse por completo del medio acuático, el habitat de los anfibios (medios en el que habitan los anfibios) no suele variar demasiado.
Los anfibios se ven obligados a encontrar hacer vida cerca de lagos, ríos, estanques o cualquier lugar que le permita vivir en sus dos medios.
Aunque la mayoría de los anfibios dependen del agua en algún momento de su ciclo de vida, existen especies que han desarrollado una mayor capacidad de adaptación y pueden habitar en hábitats más alejados del agua, como los árboles o el subsuelo.
Por otro lado, hay ejemplos de anfibios que han evolucionado de tal manera que son capaces de vivir completamente como seres acuáticos, sin perder sus branquias a medida que alcanzan la madurez.
Estos anfibios adaptados a hábitats más terrestres han desarrollado características especiales que les permiten sobrevivir en entornos menos acuáticos.
Por ejemplo, algunas especies de ranas arborícolas han desarrollado patas y dedos alargados que les ayudan a trepar y saltar entre los árboles. Estas ranas pueden pasar la mayor parte de su vida en los árboles, lejos de los cuerpos de agua.
Por otro lado, existen anfibios como los ajolotes que, a diferencia de la mayoría de las especies, conservan sus branquias a lo largo de su vida adulta. Estos fascinantes anfibios acuáticos son capaces de vivir completamente en el agua gracias a esta adaptación única.
Los ajolotes, también conocidos como salamandras mexicanas, son capaces de obtener el oxígeno necesario a través de sus branquias, lo que les permite sobrevivir sin necesidad de salir del agua.
En conclusión, los anfibios muestran una diversidad de adaptaciones que les permiten habitar en diferentes hábitats, ya sea cerca del agua o en entornos más terrestres. Algunas especies han desarrollado características que les permiten vivir en árboles o bajo tierra, mientras que otras han conservado las branquias en la edad adulta para llevar una vida acuática.
Esta adaptabilidad es un testimonio de la asombrosa diversidad y capacidad de supervivencia de los anfibios en diversos entornos.