El bicarbonato y el limón son ingredientes usuales en la cocina, combinados son un ‘remedio’ con cierta efectividad para algunas molestias, y esto es gracias a que aportan una cantidad de nutrientes y minerales que contribuyen a mantener la salud en buen estado.
Es común el uso del bicarbonato de sodio en la reducción de la acidez, después de una comida abundante o para el alivio del reflujo.
La forma de uso es muy sencilla, cada mañana, en ayunas prepare un vaso de agua mineral con una cucharada de bicarbonato y el jugo de medio limón.
Esta dieta es conocida como dieta alcalina. De esta manera contribuirá con la regulación de los ácidos en el cuerpo.
Otro de los beneficios de esta combinación es que puede contribuir con la depuración del hígado. El bicarbonato con limón actúa como catalizador, reforzando las propiedades depurativas de este órgano, a más de contribuir con una importante dosis de vitamina C, como antioxidante.
En cuanto al funcionamiento de los riñones ayuda en el proceso de filtración de la sangre, y la orina se expulse cargada de menores impurezas, lo que reduce el riesgo de contraer infecciones a nivel de la vejiga y la uretra. Recuerde acudir a su médico para realizar análisis y exámenes periódicos para el control de sus riñones.
No se puede certificar su efectividad para la reducción de peso, pero se han visto resultados interesantes en cuanto al mejoramiento del metabolismo de las grasas.
Si tan solo se usa el bicarbonato de sodio con limón para la reducción de peso, su consumo debe ser prudente, ya que el consumo en exceso puede contribuir con la retención de líquidos y puede provocar hinchazón y una falsa percepción de sobre peso.
Especial atención.
No existe una literatura científica que certifique las propiedades efectivas de la combinación del bicarbonato de sodio y el limón, pero históricamente su uso, en ciertos malestares menores, ha demostrado efectividad, pero el consumo debe ser mesurado, y en la medida de lo posible, bajo control médico.
El consumo excesivo de bicarbonato de sodio puede provocar alcalosis (o alcalemia) que es el aumento de la alcalinidad en los fluidos corporales (orina, saliva y sudor) lo que puede desembocar en mal olor, irritación de la piel o algún tipo de infección.
Se recomienda consumir alternadamente entre semanas, esto quiere decir que puede consumir durante una semana y descansar por una semana.